Comienza el Adviento de la pandemia. Estoy a la puerta y llamo

por parroquia

Un hombre había pintado un hermoso cuadro. El día de la presentación al público, asistieron las autoridades locales, fotógrafos, periodistas, y mucha gente, pues se trataba de un famoso pintor.  Llegado el momento, se destapó el paño que tapaba el cuadro. Hubo un caluroso aplauso.

Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si adentro de la casa alguien le  respondía.

Todos admiraban aquella preciosa obra de arte. Un observador muy curioso, encontró un fallo en el cuadro. La puerta no tenía cerradura. Y fue a preguntar al artista: “¡Su puerta no tiene cerradura! ¿Cómo se hace para abrirla?“ El pintor tomó su Biblia, buscó un versículo y le pidió al observador que lo leyera:

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oye mi voz y abre  la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.” (Apocalipsis 3, 20).

”Así es”, respondió el pintor. “Ésta es la puerta del corazón del hombre.” “Sólo se abre por dentro.”

Al comenzar este Adviento de la pandemia , piensa en los motivos que a veces te impiden “dejar entrar a Jesús”: el miedo, el egoísmo, el pecado… ¿Qué es lo que a veces te impide abrir las puertas de tu casa, de tu corazón al Dios que se hace hombre por ti, por tu familia, por  el mundo?

Deja que el Señor en este Adviento  entre y nazca en tu corazón y en tu familia y lleva su salvación a los que te rodean.

Comienza el Año Litúrgico ,con responsabilidad, pero sin miedo ven a la Iglesia. Hemos colocado la Corona de Adviento y pondremos el Belén… , invitamos a vivir este tiempo teniendo presente, en nuestras celebraciones, a toda la humanidad. Y proponemos recordar, al encender la vela de cada domingo de Adviento, la realidad de todos los enfermos, del personal sanitario, de los mayores solos e residencias….  .

También os sugerimos  poner la corona de Adviento en un rincón en la casa, donde se vaya a colocar el Belén y en familia rezar y acoger a Jesús, el Salvador pidiéndole que nos salve de esta pandemia y de todos los males

Con todos los creyentes rezamos:

VEN, VEN SEÑOR NO TARDES, VEN, VEN QUE TE ESPERAMOS. VEN, VEN SEÑOR NO TARDES, VEN PRONTO SEÑOR.

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