Orar por aquellos/as que nos han precedido es signo de agradecimiento por tantas cosas que nos dejaron, especialmente por el don de la fe y el regalo de la vida. Orar por los que cerraron los ojos a este mundo, es creer firmemente en la promesa de Jesús: ¡Resucitaremos! Orar por nuestros familiares difuntos, es establecer un diálogo con Dios para que, lejos de olvidarlos -un Padre nunca olvida a sus hijos- los acoja cerca de El, perdone sus errores y, un día, les devuelva a la vida. En el regazo maternal de María ponemos a los enterrados en nuestro Camposanto y a todos los difuntos.
En este contexto, recogemos en este nuevo nuevo de A Xanela siete propuestas para la visita al cementerio.
Publicamos también la segunda parte de un artículo de Xosé Pumar, “Notas para a historia da parroquia de San Xoán de Carballo”, así todos los avisos para la semana: sesión formativa de la EDAPa cargo de José Ramón Amor Pan y los actos de difuntos.
Feliz semana!
José García Gondar
