Aunque es San Xoán el que da nombre a las fiestas patronales de Carballo y el que inspira su principal cita lúdica -la noche del 23 al 24-, en el apartado religioso es la misa y la procesión del Sacramento la que despierta mayor fervor y la que cuenta con mayor capacidad de convocatoria. Así lo volvieron a demostrar los vecinos acudiendo en masa a los actos celebrados ayer al mediodía y llenando de color y manifestaciones de devoción las calles de la localidad.
Tres altares, adornados con alfombras florales -en las calles Gran Vía y Cervantes, y A Braña-, fueron objeto de otras tantas paradas por parte de la comitiva presidida por el arzobispo auxiliar de Santiago, Jesús Fernández González, y encabezada por la custodia, que al igual que en los dos años anteriores fue transportada en su propia plataforma. Tras ellos, marchaban como en la jornada anterior, las principales autoridades locales, representantes de todos los grupos políticos de la corporación y una auténtica legión de vecinos dispuestos a cumplir con la tradición.
La lluvia de pétalos, el estruendo de las bombas y la música de la Banda Eduardo Pondal de Ponteceso adornaron el desarrollo de esta procesión a la que también se sumó el buen tiempo.
Fuente: La Voz de Galicia | Foto: Ana García