El próximo curso entra en vigor una nueva ley educativa, la LOMLOE, la octava ley en cuarenta años de democracia, lo que evidencia, una vez más, la necesidad, y al mismo tiempo la incapacidad, de alcanzar un Pacto por la Educación. La asignatura de Religión conserva una situación conocida, aunque no sea la deseada: oferta obligatoria en todas las etapas y libre elección
Por ello, os hacemos una llamada para que, desde vuestros derechos y responsabilidad como padres y madres, matriculéis a vuestros hijos el próximo curso en la Enseñanza Religiosa Escolar, como una formación necesaria para crecer en la inteligencia de la fe y en la capacidad de convivencia y de diálogo en una sociedad cada vez más multicultural y plurireligiosa.
Optar por la enseñanza religiosa en la escuela es la expresión responsable de quien se preocupa por una educación integral de nuestros niños y jóvenes. Acogiendo verdaderamente este compromiso y con la colaboración de todos, los padres, la escuela y las autoridades educativas, será posible construir el necesario “Pacto educativo” al que nos invita también el papa Francisco.