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Callar. Después de ser condenado, Pilatos ordena que azoten a Jesús. Dos soldados brutales descargan toda su fuerza sobre la espalda de Jesús. Noventa golpes pueden contarse en la sábana …
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Amar al enemigo. Perdonar todo y siempre. El 13 de mayo de 1981, fiesta de la Virgen de Fátima, miles de personas acuden a la plaza de San Pedro para …
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Tendremos una eternidad para descansar. “Cualquier persona -ha dicho Joaquín Navarro Valls, portavoz oficial de la Santa Sede hablando de Juan Pablo II- con mucha menos responsabilidad que la que …
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Queridos lectores de A Xanela A principio de curso escribía una carta a los padres y abuelos con niños en edad escolar invitándoles a matricular a sus hijos en la …
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Sitúan a casa onde ela parou, sequera unha temporada, na aldea de So-Igrexa, en casa que foi propiedade de D.Benito Sebe, natural de Bastavales, médico de Rois (onde lle erixiron …
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Muerte. Tal vez hayas asistido alguna vez a la proyección de un video en casa de un amigo que quiere mostrarte lo mucho que ha disfrutado en su último viaje …
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Rezaba por los secuestradores. El 12 de abril de 1993 secuestran a una joven madrileña, Anabel Segura, mientras hace footing cerca de su casa. Después de dos años de secuestro …
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Conversión. La Cuaresma es buen momento para una profunda conversión. Conversión significa cambiar la dirección de tu vida, quizá perezosa, quizá facilona. ¡Cuántas veces buscas la felicidad en una vida …
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Dios no se asusta de mí. Quizá hayas visto la película “Tarzán en Nueva York”. Describe las divertidas aventuras de Tarzán y Chita cuando son trasladados en avión desde la …
Se curó el monstruo. Lo escribía J. Urteaga: “Ocurrió en un pueblo español. Intervienen como protagonistas: un muchacho enfermo, su familia, una ermita dedicada a Santa María y muchas súplicas.
El chico tiene 14 años, era alegre, dinámico, dicharachero, incapaz de estarse quieto un instante, deportista … ; en muy poco tiempo el muchacho ha sufrido un cambio espectacular. Una parálisis progresiva le tiene inmovilizado en un sillón de ruedas. Toda aquella alegría contagiosa se ha transformado en un infierno, especialmente para la familia; en lo humano es inútil, en lo espiritual un pequeño monstruo egoísta. Todos deben servirle, cuidarle, atenderle, desvivirse por él. Todo es poco.
Una luz se ha encendido en el alma de su madre. Le llevaran a la ermita. Rezarán a la Virgen. Le pedirán su curación. Se hará el milagro.
Llegó el día. Ante la reja hay una madre que habla en voz alta con la Virgen, sin que le importe ni poco ni mucho que haya gente en su entorno.
¡María, tienes que cuidar a mi hija! ¡Es mi pequeña! Cúrala María. Que fallen los diagnósticos. ¡Qué no sea cáncer! Esta niña es todo lo que tengo en mi vida. ¡Cómo te la vas a llevar! ¡María, que no sea cáncer! Ella también te lo pide. Me ha dicho que venga a rezarte a la ermita. ¡Anda, María, que no sea cáncer!
Poco después, aquella madre angustiada, santiguándose, abandonó la reja de la ermita.
Es ahora cuando la otra madre, la de nuestro muchacho, se acerca para decirle, al tiempo, con miedo y con dulzura:
¡Hijo!, ¿ya has Pedido a la Virgen … ?
Y se realiza el portento.
– Sí, mamá. He pedido la curación … He pedido a la Virgen que no sea cáncer.
Señor, a veces yo también soy un auténtico monstruo por el egoísmo. Si ser cristiano es parecerse a Ti… me tienes que cambiar. ¡Qué piense en los demás! ¡que haga más por los demás que por mi! ¡que ayude, que haga favores, que me dé cuenta de lo que necesitan o de lo que podría alegrarles! ¡Cúrame, Madre mía, y dame mi corazón generoso! Gracias.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras