Hasta las tres de la tarde estuvo el párroco de Carballo, José García Gondar, bendiciendo los vehículos que participaron en la procesión del San Cristovo, una de las que tienen más tradición en la zona.
A mediodía, la procesión de coches, camiones y motos no parecía tener fin. Más de 60 minutos pasando frente al palco para recibir el agua bendita que según la tradición ha de proteger a conductores y acompañantes de cualquier percance.
El recorrido por las calles carballesas, con el atronador sonido de las bocinas, lo abrían dos enormes camiones adaptados para poder llevar la banda, la imagen y algunos feligreses. Convenientemente engalanados con flores, la bandera de Galicia y la imagen del santo, los dos trailers era seguidos por toda la flota de turismos de las autoescuelas de la localidad, taxis y coches particulares, aunque son fundamentalmente los profesionales del volante los que más participan en la celebración.
De hecho, agrupaciones de camioneros instalaron, como en ocasiones anteriores, una carpa para celebrar la fiesta de su patrón.
Fuente: La Voz de Galicia
Foto: Ana García