Mons. Julián Barrio: "la memoria del pasado acompaña y fortalece la condición de la persona"

por parroquiacarballo

Siempre es motivo de esperanza en nuestra civilización contar con personas que saben reconocer y agradecer lo que otras generosamente han hecho y están haciendo por los demás y por determinadas instituciones. A esto responde el acto que el Instituto de Estudios Bergantiños ha organizado para homenajear al “Revdo. Sr. D. José Pumar Gándara, sacerdote humanista e ilustrado”.
La memoria del pasado acompaña y fortalece la condición de la persona. La sabiduría no permite ser agoreros pesimistas ni ingenuos entusiastas. En estos momentos de nuestra cultura hemos de buscar respuestas y ofrecer gestos que iluminen. En esta clave está interpretando su vida D. José, percibiendo la sabiduría para dar importancia a lo que lo tiene, para no jugar la vida en el carrusel de la fortuna y para poner como centro a Dios, origen, causa y meta de las aspiraciones del humanista cristiano. Cuanto más rápidamente camina la humanidad, tanto mayor es la necesidad que siente de unos cimientos firmes que respondan al peso de la profunda necesidad antropológica. Por otra parte, cuántos mayores conocimientos científicos poseemos y cuánto más amplia es la información de que disponemos, mayor es el ansia de un sentido último. Es verdad que al hombre de nuestros días no le faltan interrogantes y le sobran zozobras en la búsqueda de la Verdad que nos hace libres, sabiendo que para llegar a la verdad se necesita buscar lo mejor.
Olvidar lo esencial es caer en lo vulgar y olvidar lo importante es caer en el angelismo. Cada vez sabemos más qué podemos hacer, pero sabemos menos qué debemos hacer, pues incluso la poca sabiduría de que disponemos, a veces la menospreciamos. Una sociedad no puede reinventarse en cada momento, echando por la borda el bagaje cultural y moral que le han legado las generaciones pretéritas como si no hubiera nada en todo ello que mereciese ser conservado; como si todo cambio equivaliese a un verdadero progreso; como si pudiese haber progreso cuando se ha perdido la perspectiva trascendente hacia la que hemos de encaminar nuestros pasos. Hay que ver el pasado como un trampolín con el propósito de comenzar algo  nuevo, más allá de todos los condicionamientos sociales al uso.
Felicito cordialmente a quienes han preparado este homenaje, agradeciéndoles su buen hacer, y a D. José, recordando que la esperanza está en la historia y el hombre al mirarse en ella se abrirá al futuro, conforme a las magistrales palabras de san Agustín: “También nosotros mismos seremos el Día séptimo, el Día más allá del tiempo”.  ¡Enhorabuena, querido y admirado D. José Pumar Gándara! ¡Que Dios le siga bendiciendo!
Julián Barrio Barrio, Arzobispo de Santiago
 

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