La misa de las 20.30 horas de ayer en la iglesia de Carballo tuvo un oficiante especial: el obispo auxiliar de Buenos Aires, Juan Carlos Ares. De vuelta de un curso en Roma, donde pudo hablar con el papa Francisco, paisano suyo, paró en la capital de Bergantiños, donde tiene una tía y una prima, y donde por cierto ofició una boda hace quince años.
El obispo (el apellido lo delata) es de origen gallego. Sus padres emigraron de Ponte Carreira, en el municipio Frades, y él ya nació allí, donde además se ordenó sacerdote. Desde diciembre del año pasado es obispo auxiliar, al frente de una amplia demarcación de la provincia.
El actual papa Francisco fue su obispo durante 15 años, así que se conocen bien. Asegura que tiene un trato «afable, cercano, transparente», y desde que está en Roma, «más sonriente». También lo define como un trabajador infatigable. Tanto, que atendía a quien se lo demandase las veces que fuesen necesarias, y a horarios incluso intempestivos, cuando el motivo lo requiriese.
Fuente: La Voz de Galicia