La parroquia de Carballo ha celebrado un año más la festividad de San Blas, una tradición que se mantiene viva en la comunidad. Los feligreses se reunieron en la iglesia para asistir a la Eucaristía, presidida por José García Gondar, y participaron en la tradicional bendición del pan.
En su homilía, el párroco destacó varios puntos clave. Comenzó con una referencia a las palabras de San Juan Pablo II: “No tengáis miedo; abrid las puertas a Cristo”. Esta exhortación fue reiterada por el Papa Francisco, quien invita a los fieles a abrir las puertas de su corazón y de su comunidad durante este año jubilar. También se hizo mención a los 50 años de existencia del templo, agradeciendo al Señor “por la luz de los ojos” y pidiendo “el pan de cada día”, subrayando la importancia de la salud y los sentidos como dones divinos.
García Gondar continuó con una evocación de la vida de San Blas, un médico y obispo cristiano martirizado por su fe. Se narró su milagro más conocido, cuando salvó a un niño que se ahogaba al colocar sus manos sobre su cabeza y rezar por él, logrando que el niño recobrara la salud de inmediato. Esta historia ilustra la profunda fe y el compromiso de San Blas con su comunidad.
En un gesto simbólico y lleno de significado, los asistentes llevaron pan para ser bendecido, siguiendo la tradición que busca proteger la salud de la garganta. El párroco hizo un llamado a la comunidad para utilizar la voz “para alabar al Señor y no para el chismorreo,” en palabras del Papa Francisco, enfatizando la importancia de usar nuestros dones de manera positiva y edificante.
