El arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio, asegura en una Carta, en la que anima a los fieles cristianos a marcar la casilla de la Iglesia Católica al hacer la Declaración de la Renta y dedicar así el 0,7% de sus impuestos a su sostenimiento, que “los ingresos económicos que pueda tener la Iglesia, dependerán del número de contribuyentes que opten por asignarle ese porcentaje de sus impuestos”. El prelado compostelano recuerda que “esto no conlleva que paguéis más ni recibáis menos si vuestra Declaración de la Renta resulta negativa”. Monseñor Barrio alude, también, a que “de manera especial en los momentos de crisis económica por los que estamos pasando, ha salido a la luz la labor asistencial de la Iglesia, sin olvidar la pastoral. Parroquias, hospitales, guarderías, orfanatos, centros de acogida de la Iglesia…, son otras tantas instituciones puestas al servicio de las personas en orden a responder a sus necesidades materiales y espirituales”.
En la misma Carta, el arzobispo de Santiago indica que “los ingresos obtenidos a través de la asignación del 0,7 % a la Iglesia le suponen entre el 25% y el 30% de las necesidades y el resto lo recibe de las aportaciones voluntarias de los católicos y de personas que no compartiendo nuestra fe, saben de la actividad benéfica de la Iglesia, que ayuda a los más necesitados de la sociedad: a los sin techo, a las familias rotas y desestructuradas, a los inmigrantes, a los ancianos, a los enfermos, a los descartados de nuestra sociedad, etc. La Iglesia promueve el desarrollo integral de la persona a través de los valores que dan respuesta a la dignidad humana”. Monseñor Barrio señala, además, que “a la vez que se marca la casilla de la Iglesia, se puede marcar también la casilla de fines sociales”.