- D. Jesús Bello Mato invita a la oración en familia en la festividad de los Dolores
Carballo vivió este viernes una jornada de gran fervor religioso al celebrar la festividad de Nuestra Señora de los Dolores, una tradición que forma parte esencial de la vida espiritual de la comunidad. La misa solemne en honor a la Virgen, presidida por D. Jesús Bello Mato y concelebrada por el párroco, D. José García Gondar, junto al Padre Plácido, reunió a numerosos fieles en la iglesia parroquial. Durante la celebración, se incorporaron nuevos miembros a la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, fortaleciendo aún más el compromiso colectivo con la devoción mariana.
La misa comenzó a las 20:00 horas, congregando a numerosos fieles que acudieron con fervor y devoción. En su homilía, D. Jesús Bello Mato destacó el sufrimiento de la Virgen María al pie de la cruz, un acto de amor y fortaleza que debe ser observado con los “ojos del corazón” y la fe. Subrayó la imagen de María “de pie”, afrontando con entereza la muerte de su hijo y entendiendo que su sacrificio era por la salvación de la humanidad..
D. Jesús destacó la importancia de recuperar la oración en familia, especialmente el rezo del Santo Rosario, como un hábito esencial para fortalecer la fe y la unidad en el hogar. “La familia que reza unida vive unida”, afirmó, lamentando la pérdida de esta práctica en muchas familias cristianas.
Bello Mato también evocó las palabras del Papa San Juan Pablo II sobre la “nueva evangelización en Europa”, subrayando el papel fundamental de los laicos en este proceso. En un contexto de disminución de la asistencia a misa en las parroquias rurales, el sacerdote instó a los laicos a tomar un rol activo en la transmisión de la fe, especialmente en el ámbito familiar.
Terminó la homilía destacando la figura de la Virgen María como madre espiritual de todos los cristianos, un símbolo de esperanza y fortaleza en tiempos de dificultad.
Tras la celebración eucarística, los asistentes participaron en una procesión que condujo la imagen de Nuestra Señora de la Piedad hasta la capilla de la Milagrosa. La procesión, cargada de simbolismo y solemnidad, recorrió las calles de Carballo mientras los fieles manifestaban su devoción a través de cánticos y oraciones.