Un olivo en el atrio de la iglesia

por parroquiacarballo

En el contexto de las mejoras que se están llevando a cabo en el atrio de la iglesia de la Parroquial de Carballo, ya es posible ver uno de los árboles más sobresalientes en la Biblia: el olivo. Son árboles hermosos a la vista con su forma única de troncos retorcidos y sus hojas siempre verde.
El olivo ha sido de gran significado mucho más allá de su fruto desde el inicio de la creación, en  el libro de Génesis. Fue una rama de olivo lo que la aloma le trajo a Noé en el arca. Fue el primer árbol en brotar después del diluvio y le dio a Noé la esperanza para el futuro.
El monte de los Olivos es el lugar donde Jesús realizaba frecuentemente sus oraciones, e incluso se encontraba allí el día que fue arrestado. Es considerado uno de los lugares más sagrados de Tierra Santa.
No importa cual sean las condiciones del olivo: frío, calor, seco, mojado, pedregoso, arenoso…  Se dice que nunca podrás matar a un olivo. Aun cuando lo cortes o quemes, nuevos brotes surgirán desde sus raíces. Pasajes de la Escrituras nos recuerdan que como el olivo, sin importar las condiciones de la vida, debemos de mantenernos firmes en la presencia de Dios, siempre verde (fiel) y llevando fruto.
 

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