La parroquia de San Xoán Bautista de Carballo celebró este Viernes Santo la Liturgia de la Pasión y Adoración de la Cruz, en una tarde marcada por la lluvia y la profunda vivencia de fe. La ceremonia comenzó a las 19:30 horas y fue presidida por el párroco José García Gondar
En su homilía y a pesar de las inclemencias del tiempo, el párroco interpretó la lluvia como una gracia especial: “La lluvia con que el Señor nos ha obsequiado es señal de bendición… que ayude a fructificar nuestros campos y renueve nuestra vida cristiana y la de nuestras familias en este año jubilar”.
Durante la reflexión, García Gondar invitó a contemplar la Pasión desde el corazón, como lo hicieron María y el apóstol Juan: “Escuchar tu pasión siempre impresiona. ¿Cómo es posible tanto amor, tanto sufrimiento, tanta entrega?”. Recordó que Jesús, al llamarnos amigos, nos ha amado hasta el extremo: “Nadie tiene amor más grande que aquel que da la vida por sus amigos”.
El párroco hizo un recorrido por los personajes del relato evangélico, como Judas, Pedro, Santiago y Juan, resaltando sus errores y también sus gestos de fidelidad. “Juan estará firme al pie de la cruz. Es fiel, te quiere de verdad, no te falla. Y es que el amor lo puede todo”, afirmó. También se detuvo en la figura del Cireneo, a quien describió como símbolo de quienes ayudan a Cristo en los momentos difíciles: “A regañadientes te ayuda, pero te ayuda. Y en ese gesto encuentra una fuerza que le transforma”.
García Gondar también destacó a la Virgen María, “Virgen de los Dolores, Madre de la Piedad”, que permanece junto a la cruz con una fuerza serena: “Ella llora, sufre, no grita. Se agarra a la cruz y contempla tu sufrimiento… Nos la das como madre. En la persona de Juan nos la entregas”.
En este sentido, animó a todos a identificarse con alguno de los personajes de la Pasión: “Puede ser que en mi vida haya algo de todos, pero si pudiera elegir, quisiera ser como el Cireneo… como Verónica, como Juan… como María”. Y concluyó con una oración sencilla y profunda: “Esta tarde no te pido nada. No es momento de pedir, sino de dar. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”.
Tras la celebración litúrgica, y ante la imposibilidad de realizar la procesión debido a la lluvia, se llevó a cabo en el templo una vigilia de oración conjunta. Participaron las cofradías del Cristo da Mocidade, Santo Cristo da Milagrosa, Santo Enterro (San Cristovo), Nosa Señora da Piedade y Nosa Señora das Dores.
La música corrió a cargo de la Banda Municipal del Conservatorio de Carballo, dirigida por Javier Bardanca, que acompañó con solemnidad esta noche de oración, recogimiento y esperanza.