Derechos y Libertades

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Libertades y derechos de todos y para todos. Obligaciones y responsabilidades. Lo uno y lo otro. Así se forma y cohesiona la convivencia humana. Avanzar en el ámbito de la socialización, buscar la armonía, la recta conjunción de derechos y obligaciones, puede que sea una tarea constante. Hermoso proyecto en el que todos debemos de colaborar.

La blasfemia hiere. Suele venir en una frase de mal gusto, sucia, poco educada. Me recuerda a esos que para divertirse necesitan romper el mobiliario urbano, destrozar los jardines…

No ha mucho, en Santiago de Compostela, un pregón que debería ser festivo, trocose en penoso para los creyentes que lo presenciaron. Pocos días después la comunidad cristiana, junto con el Prelado tuvo un acto de desagravio en la Catedral. La ciudad se lo debe todo al Apóstol, y su persona fue severamente ultrajada en aquel pregón.

La blasfemia es un momento penitencial para el cristiano. Hemos de pensar en nuestras pasividades, pecados y escándalos que entenebrecen la luz del Evangelio.

Hemos de sentirnos llamados a la reflexión:

“No juzguéis y no seréis juzgados”: Mat.VII,1

“Devolver bien por mal” :Mat. V, 43

“No nos cansemos de hacer el bien”: Gal. VI, 9

“Perdón de Dios para todos”: Luc. XXIII,34

 

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