Mayo, para ti, María

por parroquia

     Todos llevábamos hermosas flores

nacidas de los más tiernos amores,

era la Fe de padres recibida

y durante la vida mantenida.

     Ahora que ya es mi hora final

para acogerme a tu ayuda maternal,

busco paz, me refugio en tu regazo

donde me recibirás en breve plazo

    Van aquí mis pobres versos de viejo

son del corazón cálido reflejo.

    Soy el que perdido por mi pecado

he vuelto a ti porque me has rescatado.

    ¿Me recuerdas, Madre y Señora mía?

soy el vagabundo que en ti confía;

el que siempre llorando acude a ti

tú eres paño de lágrimas para mí.

También te puede Interesar

× ¿Cómo puedo ayudarte?