La caridad, el amor cristiano tal como lo define el Apóstol S. Pablo en su 1ª Carta los Corintios (cap. XIII) es la esencia y núcleo del cristianismo. “Si me falta el amor (cantamos) nada me sirven todos los esfuerzos que haga para ayudar a los demás”. Una hermosa canción parafraseando el texto mencionado de S. Pablo.
Pues bien. Tanto en la diócesis como en la Cáritas Interparroquial de Bergantiños, se abre ahora un nuevo periodo con responsables que se harán cargo de la gran labor que desarrollaron los equipos anteriores por mucho tiempo. Así, afortunadamente, está bien enraizada la Cáritas entre nosotros.
Lo asistencial, la justicia social, la vivienda, el empleo, la soledad de nuestros mayores, los inmigrantes, los excarcelados, drogadictos…. Todo esto son campos de acción de la Cáritas Diocesana y la Interparroquial. Hay una fuerte dosis de creatividad, de imaginación, para obtener recursos. Así, desde el I.R.P.F. a las cuotas mensuales; desde el aprovechamiento de ropas para reciclar al trabajo en fincas recuperadas, como una lección de caridad y cuidado ecológico… todo esto está en el programa de Cáritas.
Así suscita tanta credibilidad, tanta confianza entre nosotros. La Iglesia hace visible el rostro de Xesucristo, el Mensaje del Evangelio por medio de Cáritas. Con ella podemos cumplir el Mandamiento del Señor de amar a los otros como El nos ha amado (Juan, XV, 17)