El verano anuncia su retirada
los devotos sienten en su corazón
la llamada de la Virgen amada
y corresponderán según es tradición.
Retornando de rutas tal vez siniestras
por do vagamos jornadas funestas
encontramos a la Virgen Milagrosa
en espera, fiel, como Madre amorosa.
En sus tiernos labios una sonrisa
ella nos serena como dulce brisa,
que apaga justificados temores
consecuencia de nuestros errores.
Reconocemos lo que fue pecado
que nos dominó e hizo esclavos
ahora por María, al fin, liberados,
en ella, Madre, hemos confiado!
Puestos ante su imagen, de hinojos,
vemos su corona de plata reluciente
alzamos la mirada a sus ojos:
perseverancia piden dulcemente.
Eficaz sea nuestro arrepentimiento
sea firme nuestro convencimiento,
llévenos Santa María en sus manos
íntegras nuestras almas le damos.
Sepamos todos que hay salvación
pues María en su intercesión
siempre nos acoge y lleva al Señor.
Él es nuestro Creador y Redentor.
Desde este santuario, Madre Milagrosa,
amparas a todos los carballeses
que pasando frente a esta tu casa
su corazón en tu amor se abrasa.
Tu imagen santa y bella
para Carballo es la estrella
guía segura de nuestros destinos
por ti, María, a Dios bendecimos.
Oh Virgen Milagrosa
los pies vengo a besar
de tu imagen hermosa,
jamás me has de olvidar.
José Pumar Gándara